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Electrocloración

Sistema de Electrocloracion salina

La desinfección del agua representa uno de los grandes desafíos del siglo XXI. Cada vez somos más conscientes de la importancia que supone la purificación del agua de producción. Es fundamental para muchas aplicaciones industriales, como la industria alimentaria o la farmacéutica. Igual de importante es también que el agua que se introduzca en un circuito, por ejemplo, el agua de refrigeración o climatización, se encuentre libre de riesgo de infección por la presencia de legionela.

Para la desinfección total de todo tipo de aguas, Innowater ofrece una amplia gama de electrocloradores. Nuestros especialistas podrán determinar cuál es el procedimiento óptimo para sus necesidades concretas; el método que resultará más adecuado para cada aplicación dependerá de varios parámetros límite. A menudo la solución ideal es una combinación de varias tecnologías para satisfacer los requisitos de desinfección con la máxima eficacia y rentabilidad.

1. Electrocloración Salina

Innowater es una empresa pionera en la fabricación de cloradores y además produce sus propios electrodos. Nuestros equipos se distinguen notablemente dentro del mercado de la electrólisis salina ya que utilizan las técnicas más potentes y evolucionadas. Concretamente, la generación de potencia mediante fuentes conmutadas y la utilización de una célula bipolar, ambas tecnologías punteras que han permitido la producción de equipos industriales de gran potencia.

Desde Innowater somos capaces de producir en la actualidad máquinas de gran capacidad de producción para cualquier proyecto, sea cual sea su tamaño, gracias a nuestras tres gamas: doméstica, semi-industrial e industrial.

Fuente de potencia conmutada y células bipolares

Debido a su complejidad de diseño y a los componentes utilizados, las fuentes conmutadas presentan un coste elevado. Desde el equipo de desarrollo de Innowater se ha realizado un considerable esfuerzo para adaptar con éxito esta técnica, desarrollada en un principio para aplicaciones IT en la electrocloración salina.

Los equipos de Innowater utilizan fuentes de potencia conmutada, que presentan un rendimiento muy elevado, con lo que sus cloradores consumen menos electricidad y producen más cloro. El diseño tradicional de un convertidor lineal AC - DC (rectificador) utiliza como componente principal un transformador que funciona a la frecuencia de la red (50 Hz).

Ello implica un tamaño grande de este componente cuyo peso y volumen pueden ser considerables, especialmente si se utiliza en aplicaciones de potencia. A la salida del transformador la señal alterna de bajo voltaje es filtrada mediante diodos, con sus inherentes pérdidas por calor, y por último, filtrada utilizando grandes condensadores e inductores.

El diseño de una fuente conmutada se basa en una compleja combinación de componentes analógicos y semiconductores de potencia gobernados por un microcontrolador. La rectificación se lleva a cabo en primer lugar, tras lo cual, la señal se conmuta a una frecuencia superior a la de entrada utilizando transistores de efecto de campo (FETs) para minimizar pérdidas. Esta elevada frecuencia permite la utilización de transformadores y condensadores muy pequeños en las etapas subsecuentes y una consiguiente reducción del peso y del volumen de la fuente.

Ventajas de la fuente conmutada

Rendimiento

Debido a la ausencia de elementos disipativos y a su modo de regulación, las fuentes conmutadas presentan un rendimiento mucho más elevado que una fuente lineal, pudiendo superar el 95%.Por tanto, nuestros cloradores consumen menos electricidad y producen más cloro.

Regulación

Las fuentes conmutadas permiten un control de la potencia de salida muy preciso. Nuestros electrodos trabajan siempre en el punto óptimo de la curva de potencia y la producción de cloro se modula interrumpiendo periódicamente el tiempo de carga. Estas dos características, imposibles en fuentes convencionales, tienen como consecuencia un aumento muy considerable de la vida de los electrodos. Nuestros electrodos trabajan sólo una fracción del tiempo para producir la misma cantidad de cloro.

Eliminación del calor

Las fuentes conmutadas liberan muy poco calor, lo que permite su instalación en emplazamientos restringidos.

Tamaño

Nuestros cloradores son considerablemente más ligeros y pequeños. Algo que incide directamente en el coste de transporte y en la facilidad de instalación.

Ausencia de partes móviles

Al ser el control de la potencia totalmente electrónico, no existen relés o interruptores mecánicos expuestos a corrosión.

Célula bipolar

Con la célula bipolar se consigue un rendimiento superior al de la célula monopolar convencional, ya que en una célula bipolar un electrodo emite y absorbe carga del mismo signo simultáneamente. De esta forma una de las superficies del electrodo se comporta como cátodo y la otra como ánodo durante un mismo ciclo de polaridad.

En una célula bipolar se obtiene una distribución de corriente mucho más eficiente que genera mayor cantidad de cloro por amperio. Este mayor rendimiento electrolítico sumado a la mayor eficiencia de las fuentes de alimentación conmutada, dota a los equipos Innowater de un rendimiento total muy superior al de un clorador convencional.

El diseño de este tipo de célula implica salvar distintas dificultades de carácter electroquímico y mecánico. En particular, el recubrimiento catalítico opone una resistencia eléctrica muy baja, y al mismo tiempo, presenta gran resistencia mecánica y a la corrosión, lo cual no siempre es fácil de conseguir. La experiencia de Innowater en recubrimientos catalíticos nos ha permitido desarrollar una célula bipolar e implementarla con éxito en nuestros equipos de cloración salina.

Además las células bipolares necesitan menor volumen y trabajan con menor intensidad de corriente. Este último factor determina el diámetro de los cables y conectores y es fundamental en el diseño de grandes potencias que hasta hoy sólo Innowater ha desarrollado con éxito.

2. ELECTROCLORACIÓN SIN SAL

El aparato de electrocloración sin sal está basado en el mismo principio que los electrocloradores de agua salada, es decir, la generación del cloro necesario para la desinfección del agua mediante la electrólisis de la sal disuelta en ella.

El aparato de electrocloración proporcionará la cantidad de cloro gaseoso, o hipoclorito, necesaria para distintos servicios y aplicaciones a partir, exclusivamente, de los cloruros disueltos de forma natural en el agua a tratar y sin aporte externo de sal o compuesto químico alguno.

El proceso de electrólisis consiste básicamente en hacer pasar una corriente eléctrica mediante dos electrodos sumergidos en una célula electrolítica. La conducción es posible gracias a los iones procedentes de las sales en disolución entre los que se encuentran los iones Cl- de los cloruros.

Ventajas del sistema

Grandes piscinas

El sistema permite ahorrar un 80% en mantenimiento y el 100% en la compra de productos químicos que no son necesarios. Una vez amortizado el equipo, el coste de producción supone solo el 10% del coste de un sistema de cloración convencional. La instalación, incluso en grandes piscinas, es muy sencilla y no requiere de obra civil.

Eficaz

El poder desinfectante del cloro puro en forma gaseosa (Cl2) que el sistema genera, es muy superior al de los hipocloritos comerciales. Este cloro se disuelve completamente en el agua a un ritmo constante y preciso sin añadir derivados ni conservantes. La alta concentración de cloro existente en la célula destruye contaminantes que no pueden ser eliminados con la adición de hipoclorito comercial como las cloraminas y los residuos orgánicos provenientes de lociones corporales. Un segundo efecto desinfectante es proporcionado por el fuerte campo eléctrico existente en la célula. El resultado es un doble y más potente proceso de desinfección. Al actuar de forma continua el sistema proporciona una calidad de agua excepcional incluso con un residual de cloro en el vaso inferior al que necesita la cloración convencional. Esto queda patente en la especial transparencia del agua tratada con cloración salina.

Saludable

Tras finalizar el proceso de desinfección y oxidación el cloro vuelve a transformarse en sal en el vaso de la piscina, con lo que se evita la acumulación residual a lo largo del tiempo de compuestos químicos asociada a la cloración convencional. Las fuertes condiciones de oxidación de la célula son capaces de destruir los compuestos cloraminados que no son eliminadas con la cloración tradicional. Las cloraminas son las responsables de la irritación de la piel y de los ojos y producen el característico olor a cloro de las piscinas tratadas con cloro comercial. La existencia de una pequeña concentración de sal en el agua de la piscina constituye un antiséptico natural que dificulta la formación de bacterias y algas actuando suavemente sobre la piel del bañista. Esta baja concentración de sal, próxima a la de la lágrima del ojo, no produce ninguna irritación ocular o dermatológica y actúa, al contrario, como un antiséptico natural sobre la piel de los bañistas.

Comodo

La pequeña concentración salina aporta una sensación especial de confort al actuar como una solución isotónica. La piel no se hincha ni se deshidrata, el cabello no se reseca y los ojos pueden abrirse dentro del agua sin molestias ni irritaciones. La necesidad de ducharse inmediatamente después del baño desaparece y no existe olor a cloro en la piel. Además, el contenido en yodo de la sal acelera el bronceado. El cloro es producido y disuelto en el agua de forma automatizada. La manipulación y el almacenamiento de productos químicos peligrosos desaparecen eliminando así el riesgo de incendio o de explosión. La atmósfera corrosiva y los malos olores de las salas de depuración de las piscinas también se evitan mejorando las condiciones de trabajo y la conservación del equipamiento.

Ecologico

El cloro es generado mediante un proceso renovable al final del cual vuelve a su estado inicial en forma de sal. No se añaden especies químicas externas al agua a tratar ni se utilizan conservantes. La producción local de cloro evita las emisiones de CO2 y el consumo energético generado por su transporte.